Día 17 - Ene 10 - Lima

Por fin..  un día sin afán de nada pero de nada... nada planeado, no sabemos ni que hacer... aunque ayer ya le perdí completamente el miedo a manejar en Lima que desde que llegamos el primer día sabíamos que era una cosa de locos, salir en el carro a dar vueltas es complicado porque el carro es muy grande y estorba mucho para parquearlo, además de las innumerables bestias al volante que tiene la ciudad.

Después de desayunar, decidimos salir a conocer la famosa plaza de armas y el centro histórico de Lima que a mi apreciación personal, no es el más bonito que he visitado pero está bien. Colonial, balcones y mucho de lo que yo poco admiro en un viaje, tanto que hicimos el circuito en el carro sin fotos, y esquivando cuanto peatón, taxi, bus se atraviesan... no son bien pensados los centros históricos de Latinoamérica.... ni bien cuidados.

De ahí decidimos bajar a Barranco que está al sur de la ciudad, por lo que debimos cruzar la ciudad de nuevo.

Un tip personal es que para cruzar la ciudad tomamos la vía expresa paseo de la republica, que es una vía por donde tiene prohibida la circulación los vehículos de carga y pesados... sin embargo el trafico es demasiado alto en Lima. Mas o menos nos demoramos 40 minutos para llegar a Barranco.

Barranco es conocido por ser un distrito bohemio, tanto por ser cuna como punto de reunión de artistas y escritores, así como, en la actualidad, de infinidad de turistas que interesados por la  alta cantidad de establecimientos nocturnos, que visitan Barranco en las frías noches limeñas.

Nosotros lo hicimos al medio día para almorzar . Recorrimos y tomamos fotos. Es bonito... pero huele feo. De ahí salimos a hacer nuevamente el circuito de playas, chorrillos y de ahí al hotel. Empacar para madrugar a 570 km hasta Trujillo que nos esperan mañana.

Los amigos que hicimos se reportan constantemente y nos damos las ubicaciones... es bacano como seguimos conectados a pesar de no estar en el mismo lugar.